En su primer libro de ficción,
Xánath Caraza redefine el significado de personaje. ¿Son los individuos equivalentes a sus cuerpos
mientras toman café con cardamomo?
¿Están los personajes hechos de sueños o recuerdos? ¿O linajes familiares? Cualquiera que sea la respuesta, esta
innovadora escritora muestra nuevas formas de definir la experiencia humana,
especialmente la experiencia de las mujeres.
El
primer microrrelato, “Voces en el mar”/”Voices in the Sea”, marca el tono: Una
joven mujer deja a su amante el día de navidad.
Se sube al autobús pero lo único que puede escuchar es el mar y un
motor: “recordaba el
inconfundible batir de las olas mezclado con ese último beso mientras el
autobús empezaba a arrancar.” Los
elementos se mezclan con el drama humano, como aquí, un aguacero deslava “huellas
de humo efímeras”, el humo del autobús.
Con pocas páginas, Caraza describe la pasión, los viajes, la
inestabilidad de los esfuerzos humanos.
Estos temas son recurrentes en varias combinaciones a través de los
cuentos.
El libro está lleno
de magia. En la historia que le da
título al libro, “Lo que trae la marea”/ “What the Tide Brings In”, una joven
huérfana crea una vida para ella misma en su pueblo costero, mas aún los
espíritus de sus padres nunca están lejos.
Esta joven es solitaria y más y más es atraída al lugar donde el bote de
sus padres desapareció. Su nombre,
Perla/Pearl, resuena con el mar y finalmente cambia a esa dimensión. La resolución del cuento es impredecible y
obsesionante. En “China Poblana” el
personaje principal, una captiva de India retenida en México, crea su propia
doble identidad hasta que su única realidad es el recuerdos de la infancia. Ella dice, “Me llaman Catarina de San Juan
pero ese no es mi nombre verdadero.”
Ella describe cada una de las circunstancias donde propietarios de
esclavos cristianos y dueños de burdeles la llaman así y cómo cada vez ella
rechaza ese nombre falso. Finalmente, ya
como una mujer anciana, reclama dignidad.
Los mundos irreales de abuso desaparecen con la negación de rendirse a
su idioma. El recuerdo se convierte en
un paraíso mágico desde la hipocresía.
Los cuentos tienen
estructuras poéticas, construidas a través de capas de imágenes líricas. Estribillos se repiten como en versos. Estas técnicas realzan el impacto de los
personajes. Anticipe tanto sentir sus
historias como aprender de ellos. Los
temas son emigrantes, viajeros, dificultades que enfrentan las mujeres, el
océano, dioses aztecas y más. La lluvia
o la humedad permea los lugares hasta que la humedad parece acumularse en las
páginas.
Especialmente
deslumbrante es la habilidad de Caraza para crear significado a través de la
substracción. En un cuento un hombre es
devorado por un felino de la jungla. En
ningún lugar está descrito pero sí lo están otros peligros de la noche en la
jungla –escorpiones y coralillos. Aquí y
en otros lugares, las omisiones de la autora permiten a los silencios hablar.
Esta
colección debutante es sorprendente. La
fineza del contar es un placer en cada página.
La importancia de los temas de emigrantes se transforma no tanto en una
declaración política como en una historia épica de la sobrevivencia de la
gente. A pesar de que estos cuentos no
están ligados entre sí y ocurren en varias geografías –China, Europa, los
Estados Unidos y México—todavía la continuidad permanece con la figura de la
heroína. Ella es una mujer que viaja a
través de las miserias entre el mundo de los vivos y el de los espíritus. La sombra de la Llorona conjura un hechizo en
estos cuentos donde ocurre pérdida pero el mundo natural ofrece tanto consuelo
como bellezas inesperadas. Este es un
libro de cantos y mitos.
Denise Low-Weso
#